domingo, 20 de diciembre de 2015

Macarons de chocolate y crema de whisky


Desde que formo parte del grupo de Desafío en la Cocina, he estado temiendo el momento macarons. A pesar de que ya tenía unos publicados en el blog, los he intentado hacer una cuantas veces después y no lo conseguía.  Así que os podéis imaginar que cuando vi cual era la receta de este mes me templaron las piernas, los brazos y hasta el horno se puso a temblar.

Y no me extraña porque necesité cuatro intentos para que quedaran como yo quería. Unas hornadas salían sin pie, otras se agrietaron, otras estaban duros, otras quemados, otras blandos... Y finalmente, después de chorrocientas hornadas, cogí el truco al horno, al batido y a los ingredientes y salieron. 

Con esto no os quiero desanimar, porque a muchos de mis compañeros del grupo les salieron a la primera, solo os digo que hay que tener paciencia y ser muy meticuloso para que queden bien. Eso si, una vez que les coges el truco son adictivos.


Ingredientes:

Para los macarons

200 grs de azúcar glas (de la comprada, no vale hacerla en casa)
100 grs de almendras molidas
2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
120 grs de clara de huevo
40 grs de azúcar normal
1 pizca de sal

Para la crema de whisky

3 yemas de huevo
250 ml de crema de whisky
2 cucharadas de maicena
3 cucharadas de azúcar

Ponemos las almendras molidas, el azúcar glas y el cacao en la Thermomix y mezclamos 30 segundos a velocidad 10. Tamizamos la mezcla y reservamos.

Ahora hay que montar las claras. Para ello ponemos las claras en el vaso de la KitchenAid con la pizca de sal. Batimos un par de minutos a velocidad baja y luego la aumentamos a media-alta. Cuando las claras estén prácticamente montadas añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que estén muy firmes y brillantes.

Añadimos la mezcla seca a las claras y las vamos incorporando poco a poco con movimientos envolventes para que no se bajen. El resultado será una masa pegajosa, espesa y esponjosa.

En unas láminas de papel de horno iremos haciendo círculos con la masa, que previamente habremos metido en una manga pastelera. Si queréis podéis dibujar por la parte de abajo del papel unos círculos del tamaño que queráis vuestros macarons, aunque si tenéis buen ojo no es necesario.

Y ahora el paso más importante. Hay que dejar reposar la masa en el papel de horno entre 15 minutos y 2 horas. De esta forma se creará una especie de costra que hará que nuestros macarons queden perfectos y no se agrieten. Para saber si están listos podéis tocarlos con un dedo suavemente. Si no se os queda la masa pegada están listos para hornear.

Meter en el horno previamente precalentado unos 13 minutos a 150ºC.

Dejamos enfriar y guardamos en la nevera, en un recipiente cerrado, hasta el día siguiente.


Para preparar la crema de whisky ponemos en el vaso de la batidora todos los ingredientes y los batimos hasta que estén completamente integrados.

Ponemos esta mezcla en un cazo y la hervimos hasta que espese sin dejar de remover ya que se nos pegará al fondo.

Una vez que tenga la textura deseada, la ponemos en un recipiente y la tapamos con un film trasparente procurando que el plástico toque la crema por todas partes para que no le salga costra. Dejamos la crema fuera de la nevera hasta que tenga temperatura ambiente y metemos después en la nevera hasta el momento de rellenar nuestros macarons.


Para el montaje de los macarons los colocamos con la parte plana hacia arriba en parejas que tengan más o menos el mismo tamaño. Con una manga pastelera ponemos un poco de crema en una de las conchas sin llegar a los bordes. Tapamos con la otra concha haciendo una ligera presión para que la crema se distribuya uniformemente por toda la superficie.

Guardamos los macarons en la nevera unas horas para que reposen.

Sacamos de la nevera unos 20 minutos antes de consumir.


Mis compañeros han preparado otras recetas que también os van a encantar. Podéis verlas todas pinchando aquí.


miércoles, 16 de diciembre de 2015

Manzanas asadas al ron


Me encantan las manzanas asadas. Creo que las preparo todas las semanas. Es verlas en el supermercado y no me puedo resistir, están tan ricas. Además, no soy la única en casa a la que le gustan y cuando las preparo no suelen llegar al día siguiente. Para que os hagáis una idea, para hacer esta entrada, he horneado manzanas dos días seguidos. Está claro que son mi debilidad. 

Además en esta ocasión me han salido más ricas que otras veces, ya que he tenido la colaboración de dos minireposteros de lo más eficiente. Mis peques se han ofrecido voluntarios para hacerme de pinches, eso sí, hasta que han visto que empezaba Frozen en la televisión.


Ingredientes

1 kg de manzanas reineta (más o menos del mismo tamaño)
Azúcar
Mantequilla
Ron

Precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.

Lavamos bien las manzanas y les quitamos el corazón.



Colocamos las manzanas en una bandeja apta para horno, y echamos azúcar en los agujeros donde estaba el corazón hasta casi llenarlos. Si las queréis más ácidas, podéis reducir la cantidad de azúcar o incluso no echar nada.


A continuación ponemos también en el agujero un trozo de mantequilla, más o menos del tamaño de una avellana.


Ahora echamos un chorro de ron en cada uno de los agujeros, la cantidad que queráis. Yo en este caso he echado hasta llenar el agujero.


Ahora metemos la bandeja en el horno y horneamos una media hora. Para saber si las manzanas están listas, se pueden pinchar con una brocheta y ver si ya están blandas por dentro. Podéis variar el tiempo de cocción en función de vuestro gusto, a mi particularmente, como más me gustan es cuando están muy blanditas.

Como habéis visto, es un postre muy sencillo de preparar. Además, se puede reducir la cantidad de azúcar y mantequilla para hacerlo más ligero, así compensamos los excesos que vamos a hacer en los días venideros.


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